Por Economista Hernando De Soto.
Santos tocó una fibra muy sensible al diagnosticar que una parte
importante de los peruanos siente que hay desigualdad. Su mensaje de que el
sistema legal que gobierna la economía “excluye a la mayorías” está calando
hondo. Su denuncia devela que los pobres están excluidos de la propiedad, y con
eso ha conquistado el presente. Ha lanzado, sin embargo, un ataque
indiscriminado contra el único sistema que, reformado, puede dar a los pobres
el capital y los instrumentos asociativos que requieren para desarrollarse.
Santos ha conquistado el presente por
Apoyo popular. La encuesta nacional de El Comercio es clara: 30%
de los peruanos cree que su gestión en Cajamarca es beneficiosa y 40% apoya su
campaña anti-Conga. Según Ipsos Apoyo, 78% de los cajamarquinos lo
respalda contra Conga
Apoyo profesional: sus discursos encendidos en propuestas
técnicas bien contextualizadas, escritas en el lenguaje sobrio de Naciones
Unidas, apoyado en un vocabulario ecológico que le permitirá ingresar a los
recintos importantes del mundo progresista
Jaquea el modelo económico: Quizá nunca logre convocar a una
Constituyente, pero las injusticias que denuncia son tan sensibles y
polarizadoras que podrían propiciar una ruptura del clima de confianza que
sostiene el modelo económico vigente.
Más que la izquierda: Santos no es solo un vocero de la izquierda
radical, es potencialmente un gigante. Ha empezado a darle voz al Perú
preindustrial que no sabe cómo interpretar la revolución industrial ni
aprovechar los beneficios de tener a una gran empresa como vecina.
Lucha de clases: Con las grandes industrias extractivas llegó la
vanguardia de la civilización más formal de la historia. Esta fue
recibida por la gente del Perú rural en su calidad de informales.
Como el Estado no los dotó de instrumentos para integrarse, se
alienaron. La globalización se desarrolla a nivel planetario y la asociatividad
requiere de documentación estandarizada. Los compromisos tienen que ser
declarados con pagarés y letras de cambio; las autorizaciones validadas en
licencias y permisos; los valores representados en acciones
y cargas y las empresas materializadas en estatutos, etc. Con tanta
empresa extranjera y con tan poca formalización, era solo cuestión de tiempo
para que alguien estimulara un enfrentamiento clasista. Santos asume el rol de
campeón del nacionalismo, estrenado en su carta navideña de
diciembre del 2011 a los cajamarquinos: “No teman, el Perú sí
puede ser para los peruanos”.
El Estado cede soberanía: El Estado, en vez de dar a los
cajamarquinos las herramientas legales para integrarse como individuos y
empresas autónomas al Perú moderno, los sienta en mesas de negociación como si
fuesen guerreros de una tribu que debe ser pacificada antes de ser colonizada.
En lugar de ofrecerles contratos, les propone tratados de paz, creando en
Cajamarca un espacio no totalmente nuestro y así Santos termina conquistando el
presente.
Le será difícil conquistar el futuro por:
El modelo alternativo: Cuando haya plena conciencia de que el
incidente Conga no es el fenómeno aislado de un peruano ecológico enfrentado a
una multinacional depredadora –y que su propuesta no es solo acabar
con ella sino revisar todos los contratos de las industrias
extractivas y modificar radicalmente la relación con el capital–
será urgente examinar el nuevo modelo alternativo que propone. Así
deduciremos si conquistará el futuro.
Físico: He leído sus documentos. Santos no tiene todavía una
alternativa lista para ser implementada, pero sí un pensamiento coherente y
un planteamiento ideológico definido sobre cómo construir
prosperidad. Hay un detalle importante: no obstante que se autodefine como un
marxista metafísico, su planteamiento es físico. Propone potenciar la
producción de “cosas físicas” tal como el arroz, café, yuca, cacao, alfalfa,
frutas y papa, en Cajamarca. Por ese mismo “materialismo” entiende el origen
del capital de las empresas extractivas: del mineral, el oro, “que sale de las
entrañas de la tierra y se vende a los mercados mundiales a un precio elevado”.
Metafísico: Su concepción materialista del capital es
problemática. Marx fue clarísimo al definir que el capital es “inmaterial”. Él
y todos los clásicos hicieron un aporte crucial para el mundo moderno: el
capital no es el oro mismo, sino un concepto independiente, un valor potencial
que permite iniciar un emprendimiento y que por ser metafísico solo puede ser
capturado por la cabeza (se supone que este es el origen de la palabra capital;
‘capita’ es cabeza en latín).
El subsuelo: Las definiciones del valor de Marx están
en el lenguaje del siglo XIX. Déjenme explicarlas en el lenguaje de hoy. La
empresa minera, mucho antes de extraer el oro industrialmente, necesita capital.
Este no se encuentra sino que se construye. Para materializar el capital en
dinero, la empresa mueve voluntades hasta obtener del Estado Peruano una
concesión. Esta le otorga el derecho de extraer oro de una porción del
subsuelo. Esto es el primer título de propiedad para cons truir su capital
y su capacidad asociativa (elemento crucial en las propuestas de Santos).
El suelo: No basta el derecho sobre el subsuelo, se necesita la
superficie para perforarla y construir el complejo industrial. Como la
superficie les pertenece a los cajamarquinos, tiene que comprarles el
derecho sobre sus tierras, para lo cual necesitará también convertir sus
posesiones en títulos de propiedad. Con ellos, al igual que con la concesión,
se acumulan los distintos documentos que capturan el valor potencial de su
propuesta.
El capital crea la seguridad: Los títulos peruanos son cada vez más
confiables, pero tienen imperfecciones. Si la minera es
estadounidense, por ejemplo, los amparará en el tratado
bilateral que el Perú firmó con ese país y compensará las incertidumbres
que pueden existir fuera, sobre la solidez de nuestro derecho. Con las
nueve garantías adicionales que otorga el tratado se reduce
la inseguridad. Para mayor certeza, la minera puede sacar un seguro adicional
de varias organizaciones globales, incluyendo OPIC. Si quisiera un seguro
adicional, el derecho del título peruano será garantizado por el
MIGA del Banco Mundial. Esa seguridad sobre lo que tiene en cartera
es el capital del empresario y puede convertirlo en dinero usándolo
como garantía para obtener crédito o emitiendo acciones, a cambio de
inversión.
El capital nace en Cajamarca: El capital que Santos considera
tan esquivo se origina en Cajamarca, aunque se plasma en los documentos
de propiedad que se requieren en el proceso de formalización y se
consolidan en el hemisferio norte. El capital está potencialmente al alcance de
las decisiones de Santos y de los bolsillos cajamarquinos.
La yapa de la asociatividad: A medida que se selecciona y ordena
la información para titular con precisión los derechos sobre el
subsuelo y la tierra peruana, la documentación registral se convierte en una
matriz, en un tablero de ajedrez en el que las piezas (en el caso de
una mina en Cajamarca: geólogos, transportistas, fundiciones, refinerías,
sueldos, gerentes, contadores, obreros, etc.) que tienen valores y movimientos
distintos pueden ser organizados en un solo espacio legal. Ese tablero es la
propiedad, la construcción metafísica que le permitió a la minera reemplazar el
caos de información del Cajamarca físico por un orden con
información tan precisa y valiosa, y una seguridad tan grande, que le permite
una combinación óptima de las piezas que constituyen su empresa.
Ese tablero también es indispensable para el modelo que está
desarrollando Santos en el cual la asociatividad para el sector agrícola es el
elemento central. En su caso las piezas son: el riego, el fideicomiso, la
producción de bienes agrícolas y ganaderos, contratos para mercados
externos, crédito, etc. Santos tiene razón: todos los
logros modernos de la humanidad –desde los 120 componentes de mi
reloj o las partes que articulan la Internet– resultan de la asociatividad: el
poder combinar, gracias al tablero de ajedrez, gente y cosas para
ensamblar un todo con mayor valor que las partes separadas.
Igualar hacia abajo: Si Santos busca igualar a los pobres
reduciendo la seguridad de los títulos con los cuales las empresas
formales obtuvieron su capital, las descapitalizará, ahuyentará y reducirá
cualquier posibilidad de capitalizar a los pobres. Los mercados financieros y
comerciales no distinguen entre gente buena o mala. Se guían por el
riesgo-país. En ese camino Santos no tiene ningún futuro.
El ingreso promedio de la familia rural cajamarquina, escasamente llega a S/
215 por mes, y se estancaría o bajaría. Si se pierde confianza en la
seguridad de los papeles peruanos, ya sea para propiedad o contratos, no
despegará la asociatividad propugnada por Santos para combinar esfuerzos y
ganar mercados. Si desea igualdad constructiva, debería igualar hacia arriba;
comenzando con la formalización de Cajamarca que no tiene la propiedad legal
con la cual se construye el tablero de la asociatividad, ni la información
necesaria para convertir sus tierras en capital.
Para conquistar el futuro: En cuanto la opinión pública se de
cuenta que no se trata de una batalla entre un David peruano y un Goliat
yanqui, sino que se juega el destino del Perú, le cobrará la factura a Santos.
Marx veía el socialismo como una propuesta que superaría al capitalismo. Nunca
pensó que el progreso consistiría en regresar a una época precapitalista basada
en la producción agrícola local sin ninguna posibilidad de superar la
pobreza.
Respeto: Tal como el señor Santos pide, con justicia, que se respete la
naturaleza de Cajamarca, que no se envenenen sus ríos y que se conserve su
paisaje, también es importante que él respete el único instrumento
que ha permitido vencer a la miseria en el mundo: las reglas e instituciones
creadas por el derecho para combinar las cosas físicas y revelar su potencial
escondido: el capital.
Artículo publicado en el Diario el Comercio.
(Por sus 79 Aniversario de creación. El distrito de Camporredondo se crea mediante Dispositivo de Ley N° 7877 el 03 de Noviembre del año 1933)
Camporredondo, tierra noble
orgullo de mi región.
Que desde lejos te divisan,
los visitantes con emoción
Camporredondo, tierra próspera
grandeza de mi país.
Haciendo gala de tu belleza,
luce el Cunamia, muy feliz
Camporredondo, tierra generosa
Ejemplo para la nación.
Con tu gente luchadora,
sales adelante con pasión.
Muy felices a tu lado,
se lucen con esplendor
La Cruz de Pucho y el Marañón,
se imponen con emoción.
Camporredondo tierra noble,
ejemplo de lucha y fortaleza
Con la fuerza de tu gente,
sales adelante con firmeza
Hoy que te vistes de gala,
vamos todos a compatir.
Ese traguito de mistela,
que hace vibrar nuestro sentir
Vamos todos mis paisanos,
a celebrar con emoción
Que mi pueblo está de fiesta,
para alegrar mi corazón.
Traigan todos su bandeja
con ese dulce de leche
Acompañado de aguardiente,
así celebramos toda la gente.
Y, como no recordar
ese “hupe” tan sabroso
preparado por la manos
de una bella camporredondina
Vamos todos mis paisanos,
vamos a celebrar
Camporredondo está fiesta,
todos debemos visitar.
Por:
José Roselito Hoyos Rivera