viernes, 14 de octubre de 2011

Amazonas

Por Roger Garcia Clavo.

Eres tierra y río
que se desliza airoso de huesos
por la memoria de los hombres
que temprano despierta para adornar su mesa.

Quizá en todo ese caminito te vuelves lento
como la pesadumbre de haber perdido la felicidad de tus hijos
y al final entras feliz a tu muerte acarreando toda una vida
como si toda la esperanza de ser amazonense
se hizo un solo hombre entre las piedras de Kuelap.

Todos tus sueños de machete y lampa
se encaminan entre cafés y eucaliptos
hasta armonizar la fiesta alrededor de la siembra.

Eres hombre y corriente
a pesar del lodo que empujan a tus ojos de Gallito de la rocas,
a pesar de la mentira que te dan en papel limpio
para escribir tu hambre y tu desconsuelo.

Eres bosque y cerros en toda la altura de Higosurco
que se perdió en la historia de ser libertad con el tiempo
y que perdura en la esperanza de amar a Amazonas.

Tus Cañones son las venas
que no se rompen a la suerte ni a la miseria,
ni a la tentación de los zorros y gavilanes
que vuelan por tu sangre,
impenetrable de arena.

Tu amor a la vida
está en todas las flores de las riberas
que se levantan como niños,
desmesuradamente felices,
para ir a la escuela.

Todo tu corazón es un Amazonas
acarreando toda las sombras de la historia.
Incluso, en distintos lenguajes
el entendimiento de la libertad y la defensa
está en tu pecho de dioses
que se alegran con esconder la lluvia en las montañas
para no envolverte en la tristeza.

Amazonas es todo un corazón,
que se enverdece por los cantos de los pájaros
a punto de empuñar su sangre,
hasta hacerlo firme en la piedra, en todo un pueblo, que surge de la pobreza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...