ROGER GARCÍA CLAVO
Un río no ve al cielo
Una ventana te crece a diario
por cobijar al sol y a la luna,
después de rendirte,
de orilla a orilla.
¡Oh Marañón!,
rompe la puerta
de los escarbajos
y con índole de arriero
enlata a los tigres de papel.
Usa tu huaraca para romper su cielo
y darles alma de puma o cóndor,
de pez o niño
hasta convertirlos en cometa de nacidos.
Sé que en ti no existe agonía,
Sé que en ti no crece la sombra de la noche
porque eres la inquietud del sufrimiento
cuando una gran serpiente
se postra de rodillas
¡Oh Marañón!
devuélveme el agua de la lluvia
en fruto:
un hombre nuevo.
El sueño del rocío
La estrella me pesa
cada mañana
cuando despierto con el azufre
del hijo o del hermano.
Siento que a veces mi caudal duerme
como aquel animal que espanta su sueño.
Pero, cuando vienen a pedirme
asilo de amor
tiendo mis orillas
para evitar la sangre
o simplemente mis aguas
son piedras en la garganta
cual pirañas
que aún me dominan
con libertad el alma.
Sugiero libremente la corriente
para que en ella deshojen
los jazmines de la tarde
o los besos
que es el más al fin de la muerte.
“BRAMANDO COMO EL RÍO” DE ROGER GARCÍA CLAVO.
Acaba de llegar a nuestras manos la plaqueta de poesía “Bramando como el río” (Revista Zumbayllu, nº 2) del joven poeta cantuteño Roger García Clavo, quien nos sorprende este año con esta nueva publicación en homenaje a nuestro querido amauta José María Arguedas (1911-2011). Desde este modesto blog saludamos la aparición de esta nueva entrega. (C.P.Q). - Decían con justa razón los responsables del Blog nido de palabras ( Lo resaltado es nuestro).
Por: Roger García Clavo
POESÍA INTENCIONAL
I
La lluvia y el sol;
las flores y la experiencia
acabaron con la casa de mis abuelos.
El campo y su patio de hojarascas
hicieron que el tío loco
pateara toda la bosta de las vacas
y toda mi infancia
al filo del machete
y alforjas llenas de silencio
y sonrisas lejanas.
Allá en Balsas
hasta el rebuzno del pollino
o el valido del ternero por su dueño,
se engrandecía en la plácida sombra
de chirimoyos y guayabas.
Aún nos vemos soltar de golpe la tranca
para correr tras el perro o el agua.
Aún veo a mi abuelo desaparecer
por entre sacates y lúcumas,
tan conejo como los fantasmas de los cerros.
Aún siento la caída de la abuela
por el correr de un cerdo
que adelantó su muerte entre guarangos
y misas de domingo
en la radio y su cama.
Todavía encuentro los trastes de la choza
como un espejo de soledad,
ese encuentro innecesario con el viento.
Todo ha terminado,
hasta la muerte sigue rondando
las zarzas y pajonales de bardas y eras
que un día fueron de fiesta...
II
Somos todos los nombres
que se desvarían en cada cristal del tiempo;
nuestros ahojados y ajados ojos
desbordan todo el dolor de sus sílabas
como un repentino paso a la muerte.
III
Inmóvil,
sentenciosa
y afriada es tu boca
después de un ecuestre beso.
IV
Estoy asfaltado de jardines
humanamente solitarios.
Las flores sencillean sus pétalos a diario
hacia la nada:
transcurso a la muerte
y a la felicidad.
V
Nuestra edad
es un desnivel con el pasado y el presente.
Toda la fiesta de la familia
se multiplica cada cierto tiempo en los cementerios
cual juego de trompos
o tajo de cebollas.
Nadie recordará nuestra felicidad
entre ese juego
y el incendio de velas
de seguir viviendo.
VI
La libertad
es un pájaro que vuela
tan enfermo
por un campo
o ciudad
de América.
VII
El león y su melena
atrapa la luz de un poema,
tan medieval
como la vida
de algunos hombre
en esta época.
VIII
Algo inédito está en nuestras manos,
el latido del corazón
mientras nos espiamos.
IX
El camino, un ojo de agua,
nos acorta la soledad al cementerio.
Todos los eucaliptos
o el silencio de crucificados
o las heridas de los pies por sus piedrecillas
nos da contra la puerta de nuestros secretos.
XI
En Lima,
en la avenida democracia,
la noche
es una patada a la belleza de esta vida.
Tanto trabajo;
para tan poca pasta en la mesa.
XII
El sueño,
la esperanza que se nos va por la ventana
con la primera sensación del día.
Lo demás,
es realidad en la calles
y hogares del Perú.
XIII
Otra vez la espiga en la piedra;
en las hojalatas de nuestros ojos.
Pisco y Puno
es un ritmo de tragedia y hambre;
abandono y frío.
XIV
Un poco de chicha y aguardiente
para sortear este altar que es nuestra patria.
Un poco de la danza de las golondrinas
para encaminar nuestra mitra por la ciudad
que nos ensaca la esperanza y la sonrisa.
Entaca la alegría de los niños
en todo un zapato de payaso
que divaga por palacio
como una gran hormiga.
XV
La vida,
ese trance de compra y venta,
camina como un verdugo en supermercados.
Es infausta y egoísta
porque el hombre con su macana en la puerta
finge seguridad
como una hipocresía a la muerte
que palpa su espalda
en cualquier iniciativa,
en las calles de Lima.
Tomado en línea de http://nidodepalabras.blogspot.com/2010/11/delirium-tremens-poesia-actual-por.html (el 20 de Febrero del 2011)
“ENTREVISTA A ROGER GARCÍA CLAVO”
Por: Niko Velita
Róger García Clavo, (...), ha publicado Camino de serpiente (2006), Piel de madero (2006) y Poemas encontrados (2010). A propósito de este último poemario, se le hizo una entrevista para conocer más sobre su obra, que viene cargado de una poética que nos hace recordar "de su selva su lenguaje". He aquí lo que nos dice Róger García.
NVP: En tu libro, Mar es un personaje e inicias el libro con un poema corto que dice: Te preguntarás Mar, / ¿qué hubo hoy en la mesa? / Te diré: / ¡Mucha vergüenza Mar, / mucha vergüenza! ¿Qué significa Mar para ti?
RGC: Es un nombre que nos causa admiración y sorpresa. Pero Mar, en mi libro, es la persona que tiene andes, amazonía y costa en su corazón, asumiendo el compromiso de los acontecimientos actuales y sobre todo de la familia que diariamente se esfuerza por salir adelante.
NVP: También hay otro personaje, Hombres de Mayo, a quien le dices Hombre de Mayo / alista tu palo para la pelea o para la siembra.
RGC: Es el personaje colectivo, en torno al río Mayo, que ilumina una gran parte del departamento de San Martín. Es la conversación con el hombre desposeído, con el hombre que cada mañana despierta para trabajar para un patrón. Es el hombre oriundo de estas tierras que se ve traicionado por un Estado y que no tiene con qué defenderse más que sus armas de palo, que también los utiliza para la siembra y la caza. El río personifica esta historia, el río Mayo, porque es el encuentro con la supervivencia de los hombres de este lado de nuestro país.
NVP: En un contexto donde casi nadie apuesta por la poesía de compromiso social, se puede leer en tu libro el verso Sí, existe el verso libre y comprometido.
RGC: Pienso que la poesía es una posibilidad ilimitada de hacer sentir a la gente el amor por un pueblo, con el sentimiento de la creación libre y por el deseo de hacer una historia nueva a través de la poesía, como lo hizo Vallejo, Heraud, Scorza, Valcárcel, Bacacorzo, Juan Gonzalo Rose, quienes describieron nuestra realidad con poemas de amor y compromiso social. En mi libro siento que hay un acercamiento que espero lograrlo con el tiempo.
NVP: ¿Qué significa para ti hacer poesía donde casi nadie lee poesía? Peor aún, donde la poesía comprometida es vista como algo negativo.
RGC: Tengo una idea diferente. La poesía siempre va a ser leída y más todavía si es comprometida. Es vista como negativa por un pequeño círculo que cree escribir mejor que la poesía comprometida o porque está contra sus intereses. Al final, se rinden aceptándola porque el pueblo así lo exige y porque el pueblo la lee. La poesía comprometida no siempre es aquella que va a hablar exclusivamente del desarraigo social existente; sino, del amor, de la muerte, de la esperanza, de la naturaleza, pero con sentimiento que no se maquilla con el desvelo y la bohemia innecesaria que finalmente la hace individualista, pesimista y predicativa de un mundo fuera de la realidad.
NVP: En tu poesía se siente el silbido de las serpientes, el grito de los paucares, el murmullo del río: la selva ha sido poetizada. Tú has vivido mucho tiempo en la selva peruana. ¿Explícanos cómo esto influye en tus textos? Particularmente en Poemas encontrados.
RGC: Yo soy de la parte Nor Oriental del Marañón, donde las personas son más andinas que selváticos, por la inmigración. Mi familia y la mayoría de mi pueblo tienen sus raíces del departamento de Cajamarca que ha trascendido por sus costumbres y creencias. Pero la existencia de elementos propios como la serpiente, los paucares, el río y la montaña son parte de nuestra interrelación personal, son parte de nuestras vivencias y desencuentros que se tiene. En mis textos se convierten en personajes, en seres que tienen movimiento con la rutina diaria del campo. En Poemas encontrados, es la combinación de personajes de algunos pueblos que también he conocido y me han alimentado con sus historias y sus contratiempos. La primera parte es un lugar más andino, más trenzado con el canto de Mar. La otra parte es más fluvial y recargado de esperanza. Los elementos que citas son también nuestra preocupación por preservar la naturaleza, por ejemplo, los paucares en mi pueblo nos esperaban con su canto cuando íbamos al campo. Ahora es raro encontrarnos con su música. La montaña cada vez se aleja o desaparece porque no hay una preocupación de las autoridades por el problema del medio ambiente. Y así seguiría describiendo este encause que viven nuestros pueblos del departamento de Amazonas y otros pueblos de nuestro país.
NVP: Tú, al igual que muchos peruanos, perteneces a una generación marcada por los sucesos de la guerra interna. La narrativa ha explotado hasta el cansancio este tema, sin embargo, la poesía no la ha tocado. Tus poemas tampoco.
RGC: A veces creo que a muchos de los críticos y escritores consagrados ya se les ha agotado sus temas y no les queda otra cosa en este tiempo que hacer suspirar sus creaciones sobre los momentos vividos en la guerra interna; pero lo hacen “chuequeando” la historia, sus personajes y la época (autores que ya se conoce). El género que más se adecuó y se adecua es el narrativo, porque recoge testimonios, muestras colectivas y además es más asequible, a entender de algunos, para los lectores. Mientras tanto, la poesía menos difundida ha logrado algunas experiencias y son menores los autores que han escrito sobre este tema y todas sus consecuencias. Yo, en particular, hasta ahora no he escrito al respecto, porque en mi pueblo no hubo hechos que sí se dio en otros pueblos como en Ayacucho y otros pueblos de la sierra. Se dieron sucesos pasajeros con miras a organizar a la comunidad o cuando tomaron la radio de la iglesia y las armas de la Policía. También hubo un mitin, recuerdo, para explicar a la gente el propósito de aquella causa. Y por el otro lado, la instalación de una base del Ejército, que luego se convirtió en una situación de bandidaje porque se perdían los animales domésticos, las yucas de las chacras que prácticamente era saqueada; entre otras situaciones desfavorables para la comunidad. Creo que en su momento pueda poetizar esto o narrar con esa mirada de adolescente que me tocó vivir.
NVP: ¿Cómo ves la poesía peruana actual? ¿A qué nuevos poetas podrías mencionar?
RGC: La poesía peruana actual, en primer lugar, está pasando por una etapa de desinterés colectivo, con algunos grupos de escritores jóvenes de mi generación que ven a la poesía como una glorieta del amor, del sexo, de estatuas añejas por el tiempo, con temas subjetivos llenos de individualismo y pesimismo, alejados de nuestro pueblo. En segundo lugar, autores que tienen un acercamiento al mundo real, al mundo de los pueblos fuera de la urbe que se mezclan con los motivos de tristeza, de deseo ardiente por la esperanza e incluso por el sentimiento de derrota frente al poderoso (sentimiento comprensible en la conciencia social de este escritor). En tercer lugar, escritores sin tribuna, lejos del mercado literario y muy cerca del sentimiento popular. Puedo citar algunos autores jóvenes y ya no tan jóvenes que han generado alguna reflexión con sus poesías: Miguel Ildefonso, Ricardo Ayllón, John López Morales, Milagros Chávez González (presa política, encarcela en Santa Mónica), Renato Pita Zilbert, Raúl Heraud, Paolo Astorga, Joan Viva, Jhon Ochoa.
NVP: Finalmente, ¿qué proyectos tienes como escritor?
RGC: Estoy preparando un libro de cuentos que espero este año se haga realidad y un poemario que estoy releyendo para una próxima publicación.
Tomado de http://nidodepalabras.blogspot.com/2010/02/entrevista-roger-garcia-clavo-por-niko.html
CAMINO DE SERPIENTE. Roger García Clavo. A.F.A Editores. Lima, 2006. (48 pp.)
El poemario consta de tres partes diferenciadas, Camino de serpiente, Amor de quebrada y Marañón en esta última es la que el poeta habla con él río.
Los ríos vistos desde la estratosfera hacia el planeta tierra, se asemejan a las venas -fuentes sanguíneas- de las personas. Entre los pobladores autóctonos del norte de Méjico, existía la creencia que la sangre de los difuntos se fusionaba en la biomasa de los ríos, principalmente entre los caídos en combate.
La masa acuática de los ríos sirve de sustento de vida natural a los pobladores, además de ser en curso un medio de transporte. Por la senda de los ríos se trazan caminos o cruzan puentes, (la poesía es un puente entre dos soledades dijo Jaime Sabines), y por más dinamitazos el río encuentra su cauce. El poeta proviene del río primigenio que asemeja el líquido amniótico. El murmullo de un río distorsiona o imita al cri cri de un grillo. Anotamos esto “Pero cuando silbas con la libertad del viento,/ eres el río que no habla”, el fulgor de una luciérnaga lo refleja y el río que responde como una luz votiva en sus aguas, acompañada de cómplice luz lunar. El poeta Roger García en nombre de todos los humanos, además de la fauna y flora de la selva peruana le agradece al río-vida-eterna. Esta paráfrasis asentamos 'cuando hay río hay esperanza'. El poeta Roger ha necesitado ser poeta para reverenciar al río o el río-hermano. En forma latente dice: "Sería el dolor de los puentes o de las flores" p.20. Suele ser común que los ríos caudalosos derrumban puentes y se culpabiliza a los ríos injustamente.
El fluir de los ríos asemejan la continuación de una vida en movimiento, los remolinos provocarán muertes dolorosas donde testigos son rocas y piedras = quietud. Las personas, fauna y flora silvestre subsisten gracias a los ríos y su encantamiento mítico de creencias populares, cantos de sirena. "Eres el camino de serpiente/ que con ojos de luna verde/ embrujas a los hombres/ al día o la muerte" p.15. La simbología es consistente en la representación humana que hace del río. Con un mismo madero -"un bejuco de árbol caído"- se puede hacer una cruz. "Cuando muera,/ lloraré en cada madera/ o ajetreo/ que se crucifica conmigo" p.23. Pero el río cargará su cruz " Soy el cuento de una cruz que sufre/pero no soy el pez que se hace evidente/ en un anzuelo por la garganta" p.33 El nacimiento de un río tiene sus apóstoles de culto, los poetas “Camina niño viajero/ como yo el río/ que lleva el árbol/ crucificado en ramas” p.41. Hay también cruces blancas en cementerios de arena.
El solemne río Marañón-amigo suspira en el aguacero, es la inquietud del sufrimiento, el río que no habla, río que hace suyas a las mujeres y al canto del poeta. Las pozas turbias no amedrentan al río alegre de libertad. ¡Oh Marañón! Devuélveme el agua de la lluvia/ en fruto:/ un hombre nuevo” p.47 el poeta se despersonaliza y le ofrece su vida en este río inmortal con sus duendes y duendecillos vigilantes. Los hombres entre los payos, con el playero desde su huaro, cuando canta el pugo, con el color de los guayos, junto a los huarangos, la pitaya y las cucuyas.
Un poemario notable que nace en la misma orilla del río Marañón y que es bienvenido en toda antología del porvenir y por venir.
Comentario: Carlos Valencia.
Roger García Clavo, nació en el Distrito de Camporredondo. Provincia de Luya. Departamento de Amazonas, en 1979. Estudió en la Universidad Nacional de Educación "Enrique Guzmán y Valle". Ha integrado alguno círculos literarios Reptiles y Volátiles y Vías alternas. Fue ganador de los Juegos Florales Víctor Mazzi Trujillo 2006, en Cuento y poesía, organizado por CEPS de la Facultad de Humanidad y la UNE. Ha publicado Marea Celeste (2004), Camino de serpiente (2006), Piel de madero (2006) y Poemas encontrados (2010).
Es uno de los jóvenes poetas que con una poesía plena de naturaleza y vida, nos propone ese reencuentro con el paisaje que nos mostrara Javier Heraud, Ciro Alegría, entre otros. Un auténtico canto a esta naturaleza su fusión real y metafórica con el terruño, el río Marañón, los caminos, el cielo del cual vive enamorado: "La luna y orilla/ son mis amores/desde hace mucho tiempo/ y que al mismo tiempo le teme: "Te llevaste Marañón/el paisaje/la carpeta/cuando a escondidas/dibujó mi desconsuelo eterno.
Como diría Leoncio Bueno: "Un silbido nuevo, único como el verbo hecho poesía y canción en su propio CAMINO DE SERPIENTE. Porque el niño, ese niño de los versos, es él".
He aquí una muestra poética. Un río no ve al cielo
Una ventana te crece a diario
por cobijar al sol y a la luna,
después de rendirte,
de orilla a orilla.
¡Oh Marañón!,
rompe la puerta
de los escarbajos
y con índole de arriero
enlata a los tigres de papel.
Usa tu huaraca para romper su cielo
y darles alma de puma o cóndor,
de pez o niño
hasta convertirlos en cometa de nacidos.
Sé que en ti no existe agonía,
Sé que en ti no crece la sombra de la noche
porque eres la inquietud del sufrimiento
cuando una gran serpiente
se postra de rodillas
¡Oh Marañón!
devuélveme el agua de la lluvia
en fruto:
un hombre nuevo.
El sueño del rocío
La estrella me pesa
cada mañana
cuando despierto con el azufre
del hijo o del hermano.
Siento que a veces mi caudal duerme
como aquel animal que espanta su sueño.
Pero, cuando vienen a pedirme
asilo de amor
tiendo mis orillas
para evitar la sangre
o simplemente mis aguas
son piedras en la garganta
cual pirañas
que aún me dominan
con libertad el alma.
Sugiero libremente la corriente
para que en ella deshojen
los jazmines de la tarde
o los besos
que es el más al fin de la muerte.
“BRAMANDO COMO EL RÍO” DE ROGER GARCÍA CLAVO.

A continuación, compartimos un par de poemas.
IX
Contigo aprendimos a cantar la poesía de los ríos.
Contigo los hombres tristes,
aquellos de ojotas de cuero
y carne descalabrada en la arriería y la siembra;
aquellos que amarraron su cintura
con cancha y trapos retaceados;
aquellos que quemaron su piel
en la oscuridad de las minas y sobre el frío,
aprendieron a mirar el sol,
más allá de las abras, de los pasos y desfiladeros.
Contigo aprendieron a cortar el llanto las tijeras,
allá en las lomas
y la sangre desparramada por la patria.
Nos enseñaste a decir
al hombre acaballado
con el amor de los herrajes y la iglesia
que Dios es un hombre danzando
gozoso del violín, el arpa y la quena.
Contigo
hoy se eleva el clamor de la quina,
la quinua y el machete
en cualquier ciudad, casi Lima,
hasta ensartar en nuestros corazones
el agua y la sonrisa
callada en estos días.
X
José María,
nada ha cambiado desde el lapso
en que quitaron a tu madre de tu camino.
Ni siquiera después de tus desvelos
viste el abrigo de los cautivos.
Pero ahora en las plazas está tu alegría
comiéndose el suspiro,
tragándose el hipo de los niños
que gritan por el pan al pie de otros brazos.
Nada ha cambiado
desde que tu luz rompió los límites del maltrato,
pero tu palabra nos increpa
a seguir con el pregonar del silencio
hacia el hombre nuevo.
José María,
nada ha cambiado en el congreso,
salvo algunos zánganos
que dicen haber leído tus libros
pero matan al ganado
con el yugo y el arado.
IX
Contigo aprendimos a cantar la poesía de los ríos.
Contigo los hombres tristes,
aquellos de ojotas de cuero
y carne descalabrada en la arriería y la siembra;
aquellos que amarraron su cintura
con cancha y trapos retaceados;
aquellos que quemaron su piel
en la oscuridad de las minas y sobre el frío,
aprendieron a mirar el sol,
más allá de las abras, de los pasos y desfiladeros.
Contigo aprendieron a cortar el llanto las tijeras,
allá en las lomas
y la sangre desparramada por la patria.
Nos enseñaste a decir
al hombre acaballado
con el amor de los herrajes y la iglesia
que Dios es un hombre danzando
gozoso del violín, el arpa y la quena.
Contigo
hoy se eleva el clamor de la quina,
la quinua y el machete
en cualquier ciudad, casi Lima,
hasta ensartar en nuestros corazones
el agua y la sonrisa
callada en estos días.
X
José María,
nada ha cambiado desde el lapso
en que quitaron a tu madre de tu camino.
Ni siquiera después de tus desvelos
viste el abrigo de los cautivos.
Pero ahora en las plazas está tu alegría
comiéndose el suspiro,
tragándose el hipo de los niños
que gritan por el pan al pie de otros brazos.
Nada ha cambiado
desde que tu luz rompió los límites del maltrato,
pero tu palabra nos increpa
a seguir con el pregonar del silencio
hacia el hombre nuevo.
José María,
nada ha cambiado en el congreso,
salvo algunos zánganos
que dicen haber leído tus libros
pero matan al ganado
con el yugo y el arado.
Tomado en línea de http://nidodepalabras.blogspot.com/2011/01/bramando-como-el-rio-de-roger-garcia.html (el 20 de Febrero del 2011)
“DELIRIUM TREMENS POESÍA ACTUAL”Por: Roger García Clavo
La poesía nos despierta del embotellamiento que el sistema impone a través de todos sus medios. La palabra nos sacude el alma cada vez que el hombre intenta sumergirse en la ignorancia y en el pasatiempo inútil del momento. Es por ello que la creación poética es un hincapié a conocer la incertidumbre de nuestra época y convertirla en la primera inspiración transformadora.
La poesía tiene esa intención, tiene esa iniciativa, de hacer de la imagen un ángulo de esperanza en medio de la modernidad y de la lectura de puro entretenimiento o de simple placer. A pesar de la incertidumbre existente en la poesía de Delirium Tremens, Revista de poesía de alcance internacional, Nº 1, agosto del 2010, dirigida por Paolo Astorga hay esa exigencia social, inclusive personal, por incendiar toda debilidad que vaya contra la lucha diaria.
La anécdota y la cuestión simbólica se convierten en una consecuencia de la realidad personal en cada uno de los catorce poetas que integran esta revista.
Quizá esta iniciativa ha surgido en mi pensamiento algunos versos que van enumerados en el orden que tiene cada poeta en la revista. Que sea una cuestión de inspiración y de rendimiento a la palabra.
La poesía tiene esa intención, tiene esa iniciativa, de hacer de la imagen un ángulo de esperanza en medio de la modernidad y de la lectura de puro entretenimiento o de simple placer. A pesar de la incertidumbre existente en la poesía de Delirium Tremens, Revista de poesía de alcance internacional, Nº 1, agosto del 2010, dirigida por Paolo Astorga hay esa exigencia social, inclusive personal, por incendiar toda debilidad que vaya contra la lucha diaria.
La anécdota y la cuestión simbólica se convierten en una consecuencia de la realidad personal en cada uno de los catorce poetas que integran esta revista.
Quizá esta iniciativa ha surgido en mi pensamiento algunos versos que van enumerados en el orden que tiene cada poeta en la revista. Que sea una cuestión de inspiración y de rendimiento a la palabra.
POESÍA INTENCIONAL
I
La lluvia y el sol;
las flores y la experiencia
acabaron con la casa de mis abuelos.
El campo y su patio de hojarascas
hicieron que el tío loco
pateara toda la bosta de las vacas
y toda mi infancia
al filo del machete
y alforjas llenas de silencio
y sonrisas lejanas.
Allá en Balsas
hasta el rebuzno del pollino
o el valido del ternero por su dueño,
se engrandecía en la plácida sombra
de chirimoyos y guayabas.
Aún nos vemos soltar de golpe la tranca
para correr tras el perro o el agua.
Aún veo a mi abuelo desaparecer
por entre sacates y lúcumas,
tan conejo como los fantasmas de los cerros.
Aún siento la caída de la abuela
por el correr de un cerdo
que adelantó su muerte entre guarangos
y misas de domingo
en la radio y su cama.
Todavía encuentro los trastes de la choza
como un espejo de soledad,
ese encuentro innecesario con el viento.
Todo ha terminado,
hasta la muerte sigue rondando
las zarzas y pajonales de bardas y eras
que un día fueron de fiesta...
II
Somos todos los nombres
que se desvarían en cada cristal del tiempo;
nuestros ahojados y ajados ojos
desbordan todo el dolor de sus sílabas
como un repentino paso a la muerte.
III
Inmóvil,
sentenciosa
y afriada es tu boca
después de un ecuestre beso.
IV
Estoy asfaltado de jardines
humanamente solitarios.
Las flores sencillean sus pétalos a diario
hacia la nada:
transcurso a la muerte
y a la felicidad.
V
Nuestra edad
es un desnivel con el pasado y el presente.
Toda la fiesta de la familia
se multiplica cada cierto tiempo en los cementerios
cual juego de trompos
o tajo de cebollas.
Nadie recordará nuestra felicidad
entre ese juego
y el incendio de velas
de seguir viviendo.
VI
La libertad
es un pájaro que vuela
tan enfermo
por un campo
o ciudad
de América.
VII
El león y su melena
atrapa la luz de un poema,
tan medieval
como la vida
de algunos hombre
en esta época.
VIII
Algo inédito está en nuestras manos,
el latido del corazón
mientras nos espiamos.
IX
El camino, un ojo de agua,
nos acorta la soledad al cementerio.
Todos los eucaliptos
o el silencio de crucificados
o las heridas de los pies por sus piedrecillas
nos da contra la puerta de nuestros secretos.
XI
En Lima,
en la avenida democracia,
la noche
es una patada a la belleza de esta vida.
Tanto trabajo;
para tan poca pasta en la mesa.
XII
El sueño,
la esperanza que se nos va por la ventana
con la primera sensación del día.
Lo demás,
es realidad en la calles
y hogares del Perú.
XIII
Otra vez la espiga en la piedra;
en las hojalatas de nuestros ojos.
Pisco y Puno
es un ritmo de tragedia y hambre;
abandono y frío.
XIV
Un poco de chicha y aguardiente
para sortear este altar que es nuestra patria.
Un poco de la danza de las golondrinas
para encaminar nuestra mitra por la ciudad
que nos ensaca la esperanza y la sonrisa.
Entaca la alegría de los niños
en todo un zapato de payaso
que divaga por palacio
como una gran hormiga.
XV
La vida,
ese trance de compra y venta,
camina como un verdugo en supermercados.
Es infausta y egoísta
porque el hombre con su macana en la puerta
finge seguridad
como una hipocresía a la muerte
que palpa su espalda
en cualquier iniciativa,
en las calles de Lima.
Tomado en línea de http://nidodepalabras.blogspot.com/2010/11/delirium-tremens-poesia-actual-por.html (el 20 de Febrero del 2011)
“ENTREVISTA A ROGER GARCÍA CLAVO”
Por: Niko Velita
Róger García Clavo, (...), ha publicado Camino de serpiente (2006), Piel de madero (2006) y Poemas encontrados (2010). A propósito de este último poemario, se le hizo una entrevista para conocer más sobre su obra, que viene cargado de una poética que nos hace recordar "de su selva su lenguaje". He aquí lo que nos dice Róger García.
NVP: En tu libro, Mar es un personaje e inicias el libro con un poema corto que dice: Te preguntarás Mar, / ¿qué hubo hoy en la mesa? / Te diré: / ¡Mucha vergüenza Mar, / mucha vergüenza! ¿Qué significa Mar para ti?
RGC: Es un nombre que nos causa admiración y sorpresa. Pero Mar, en mi libro, es la persona que tiene andes, amazonía y costa en su corazón, asumiendo el compromiso de los acontecimientos actuales y sobre todo de la familia que diariamente se esfuerza por salir adelante.
NVP: También hay otro personaje, Hombres de Mayo, a quien le dices Hombre de Mayo / alista tu palo para la pelea o para la siembra.
RGC: Es el personaje colectivo, en torno al río Mayo, que ilumina una gran parte del departamento de San Martín. Es la conversación con el hombre desposeído, con el hombre que cada mañana despierta para trabajar para un patrón. Es el hombre oriundo de estas tierras que se ve traicionado por un Estado y que no tiene con qué defenderse más que sus armas de palo, que también los utiliza para la siembra y la caza. El río personifica esta historia, el río Mayo, porque es el encuentro con la supervivencia de los hombres de este lado de nuestro país.
NVP: En un contexto donde casi nadie apuesta por la poesía de compromiso social, se puede leer en tu libro el verso Sí, existe el verso libre y comprometido.
RGC: Pienso que la poesía es una posibilidad ilimitada de hacer sentir a la gente el amor por un pueblo, con el sentimiento de la creación libre y por el deseo de hacer una historia nueva a través de la poesía, como lo hizo Vallejo, Heraud, Scorza, Valcárcel, Bacacorzo, Juan Gonzalo Rose, quienes describieron nuestra realidad con poemas de amor y compromiso social. En mi libro siento que hay un acercamiento que espero lograrlo con el tiempo.
NVP: ¿Qué significa para ti hacer poesía donde casi nadie lee poesía? Peor aún, donde la poesía comprometida es vista como algo negativo.
RGC: Tengo una idea diferente. La poesía siempre va a ser leída y más todavía si es comprometida. Es vista como negativa por un pequeño círculo que cree escribir mejor que la poesía comprometida o porque está contra sus intereses. Al final, se rinden aceptándola porque el pueblo así lo exige y porque el pueblo la lee. La poesía comprometida no siempre es aquella que va a hablar exclusivamente del desarraigo social existente; sino, del amor, de la muerte, de la esperanza, de la naturaleza, pero con sentimiento que no se maquilla con el desvelo y la bohemia innecesaria que finalmente la hace individualista, pesimista y predicativa de un mundo fuera de la realidad.
NVP: En tu poesía se siente el silbido de las serpientes, el grito de los paucares, el murmullo del río: la selva ha sido poetizada. Tú has vivido mucho tiempo en la selva peruana. ¿Explícanos cómo esto influye en tus textos? Particularmente en Poemas encontrados.
RGC: Yo soy de la parte Nor Oriental del Marañón, donde las personas son más andinas que selváticos, por la inmigración. Mi familia y la mayoría de mi pueblo tienen sus raíces del departamento de Cajamarca que ha trascendido por sus costumbres y creencias. Pero la existencia de elementos propios como la serpiente, los paucares, el río y la montaña son parte de nuestra interrelación personal, son parte de nuestras vivencias y desencuentros que se tiene. En mis textos se convierten en personajes, en seres que tienen movimiento con la rutina diaria del campo. En Poemas encontrados, es la combinación de personajes de algunos pueblos que también he conocido y me han alimentado con sus historias y sus contratiempos. La primera parte es un lugar más andino, más trenzado con el canto de Mar. La otra parte es más fluvial y recargado de esperanza. Los elementos que citas son también nuestra preocupación por preservar la naturaleza, por ejemplo, los paucares en mi pueblo nos esperaban con su canto cuando íbamos al campo. Ahora es raro encontrarnos con su música. La montaña cada vez se aleja o desaparece porque no hay una preocupación de las autoridades por el problema del medio ambiente. Y así seguiría describiendo este encause que viven nuestros pueblos del departamento de Amazonas y otros pueblos de nuestro país.
NVP: Tú, al igual que muchos peruanos, perteneces a una generación marcada por los sucesos de la guerra interna. La narrativa ha explotado hasta el cansancio este tema, sin embargo, la poesía no la ha tocado. Tus poemas tampoco.
RGC: A veces creo que a muchos de los críticos y escritores consagrados ya se les ha agotado sus temas y no les queda otra cosa en este tiempo que hacer suspirar sus creaciones sobre los momentos vividos en la guerra interna; pero lo hacen “chuequeando” la historia, sus personajes y la época (autores que ya se conoce). El género que más se adecuó y se adecua es el narrativo, porque recoge testimonios, muestras colectivas y además es más asequible, a entender de algunos, para los lectores. Mientras tanto, la poesía menos difundida ha logrado algunas experiencias y son menores los autores que han escrito sobre este tema y todas sus consecuencias. Yo, en particular, hasta ahora no he escrito al respecto, porque en mi pueblo no hubo hechos que sí se dio en otros pueblos como en Ayacucho y otros pueblos de la sierra. Se dieron sucesos pasajeros con miras a organizar a la comunidad o cuando tomaron la radio de la iglesia y las armas de la Policía. También hubo un mitin, recuerdo, para explicar a la gente el propósito de aquella causa. Y por el otro lado, la instalación de una base del Ejército, que luego se convirtió en una situación de bandidaje porque se perdían los animales domésticos, las yucas de las chacras que prácticamente era saqueada; entre otras situaciones desfavorables para la comunidad. Creo que en su momento pueda poetizar esto o narrar con esa mirada de adolescente que me tocó vivir.
NVP: ¿Cómo ves la poesía peruana actual? ¿A qué nuevos poetas podrías mencionar?
RGC: La poesía peruana actual, en primer lugar, está pasando por una etapa de desinterés colectivo, con algunos grupos de escritores jóvenes de mi generación que ven a la poesía como una glorieta del amor, del sexo, de estatuas añejas por el tiempo, con temas subjetivos llenos de individualismo y pesimismo, alejados de nuestro pueblo. En segundo lugar, autores que tienen un acercamiento al mundo real, al mundo de los pueblos fuera de la urbe que se mezclan con los motivos de tristeza, de deseo ardiente por la esperanza e incluso por el sentimiento de derrota frente al poderoso (sentimiento comprensible en la conciencia social de este escritor). En tercer lugar, escritores sin tribuna, lejos del mercado literario y muy cerca del sentimiento popular. Puedo citar algunos autores jóvenes y ya no tan jóvenes que han generado alguna reflexión con sus poesías: Miguel Ildefonso, Ricardo Ayllón, John López Morales, Milagros Chávez González (presa política, encarcela en Santa Mónica), Renato Pita Zilbert, Raúl Heraud, Paolo Astorga, Joan Viva, Jhon Ochoa.
NVP: Finalmente, ¿qué proyectos tienes como escritor?
RGC: Estoy preparando un libro de cuentos que espero este año se haga realidad y un poemario que estoy releyendo para una próxima publicación.
Tomado de http://nidodepalabras.blogspot.com/2010/02/entrevista-roger-garcia-clavo-por-niko.html
CAMINO DE SERPIENTE. Roger García Clavo. A.F.A Editores. Lima, 2006. (48 pp.)
El poemario consta de tres partes diferenciadas, Camino de serpiente, Amor de quebrada y Marañón en esta última es la que el poeta habla con él río.
Los ríos vistos desde la estratosfera hacia el planeta tierra, se asemejan a las venas -fuentes sanguíneas- de las personas. Entre los pobladores autóctonos del norte de Méjico, existía la creencia que la sangre de los difuntos se fusionaba en la biomasa de los ríos, principalmente entre los caídos en combate.
La masa acuática de los ríos sirve de sustento de vida natural a los pobladores, además de ser en curso un medio de transporte. Por la senda de los ríos se trazan caminos o cruzan puentes, (la poesía es un puente entre dos soledades dijo Jaime Sabines), y por más dinamitazos el río encuentra su cauce. El poeta proviene del río primigenio que asemeja el líquido amniótico. El murmullo de un río distorsiona o imita al cri cri de un grillo. Anotamos esto “Pero cuando silbas con la libertad del viento,/ eres el río que no habla”, el fulgor de una luciérnaga lo refleja y el río que responde como una luz votiva en sus aguas, acompañada de cómplice luz lunar. El poeta Roger García en nombre de todos los humanos, además de la fauna y flora de la selva peruana le agradece al río-vida-eterna. Esta paráfrasis asentamos 'cuando hay río hay esperanza'. El poeta Roger ha necesitado ser poeta para reverenciar al río o el río-hermano. En forma latente dice: "Sería el dolor de los puentes o de las flores" p.20. Suele ser común que los ríos caudalosos derrumban puentes y se culpabiliza a los ríos injustamente.
El fluir de los ríos asemejan la continuación de una vida en movimiento, los remolinos provocarán muertes dolorosas donde testigos son rocas y piedras = quietud. Las personas, fauna y flora silvestre subsisten gracias a los ríos y su encantamiento mítico de creencias populares, cantos de sirena. "Eres el camino de serpiente/ que con ojos de luna verde/ embrujas a los hombres/ al día o la muerte" p.15. La simbología es consistente en la representación humana que hace del río. Con un mismo madero -"un bejuco de árbol caído"- se puede hacer una cruz. "Cuando muera,/ lloraré en cada madera/ o ajetreo/ que se crucifica conmigo" p.23. Pero el río cargará su cruz " Soy el cuento de una cruz que sufre/pero no soy el pez que se hace evidente/ en un anzuelo por la garganta" p.33 El nacimiento de un río tiene sus apóstoles de culto, los poetas “Camina niño viajero/ como yo el río/ que lleva el árbol/ crucificado en ramas” p.41. Hay también cruces blancas en cementerios de arena.
El solemne río Marañón-amigo suspira en el aguacero, es la inquietud del sufrimiento, el río que no habla, río que hace suyas a las mujeres y al canto del poeta. Las pozas turbias no amedrentan al río alegre de libertad. ¡Oh Marañón! Devuélveme el agua de la lluvia/ en fruto:/ un hombre nuevo” p.47 el poeta se despersonaliza y le ofrece su vida en este río inmortal con sus duendes y duendecillos vigilantes. Los hombres entre los payos, con el playero desde su huaro, cuando canta el pugo, con el color de los guayos, junto a los huarangos, la pitaya y las cucuyas.
Un poemario notable que nace en la misma orilla del río Marañón y que es bienvenido en toda antología del porvenir y por venir.
Comentario: Carlos Valencia.
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